Cerró anoche Randy Weston su concierto con Afrícan Songsbook, y nos dejó clavados en la butaca.
Fue un excelente colofón para un concierto espléndido.  Así que, aquí paz y gozo para todos, y mañana, Ahmad Jamal, otro pianista de altura.

Randy, que es mucho músico, estuvo acompañado por un saxofonista de fraseo largo, ágil y cargado de swing, algo aficionado a repetir hallazgos, a quien el boss dio mucha, muchal cancha, y por un contrabajo de lujo, de pulsación potente, toda una máquina de tocar.  James se llama el tipo, capaz de sacarle a su instrumento sonoridades cercanas al guimbri ese endiablado instrumento de los gnawas magrebíes.  Ocasión tuvo de hacerlo.

Fundamentalmente, en una pieza de inspiración marroquí (Gnawa, concretamente), que cerró una oferta abierta por una composición de ambiente argelino, compuesta por Randy a comienzos de los años 60.
Y es que, imagino que se sabe, Weston mira mucho hacia Africa, con excelentes resultados.  African sunríse,precisamente, se llamaba una de las mejores propuestas de la velada, a la que siguieron un par de blues, uno de ellos también con acentos del continente negro, de esos que quitan el hipo, levantan la boina y convulsionan el espíritu.

Para los aficionados menos dados a devaneos, anoche comenzó realmente el ciclo Jazz Zaragoza.  Recogí varios comentarios en ese sentido.  Obviamente exageraban, con cier-to sentido del humor.  Sin duda, era una forma de decir que habíamos asistido a un concierto magnífico.  Razón no les faltaba.
Randy, vigoroso e imaginativo pianista, sutil cuando debe serlo y brutal cuando la ocasión lo requiere, no sólo tocó con toneladas de sentido, también organizó el trio con inteligencia, y estructuró el concierto con mucho ritmo interno.

Une a esas, cualidades otra no menos fundamental: es un compositor inspiradísimo, creador de piezas de concepción abierta en las que caben montañas de música.  Todo eso demostró anoche en la Galve, una vez más.

Hace un par de años escuchamos a Randy en directo, en Pirineos Sur, en solitario, pero compartiendo algunas propuestas con Masters Musicians Of Gnawa.  Estuvo estupendo.  Pero anoche supero su propio listón.  Bien por él, y mejor para nosotros: puso calor en una noche bastante desapacible.